martes, 9 de junio de 2015

TRES LIBROS DE MARCO AURELIO

Comentar un libro de Marco Aurelio Denegri es una empresa riesgosa. Pero hay que aventurarse. Es bastante conocida la capacidad de tan notable polígrafo de apabullar a sus inquiridos con su caudal de conocimiento y erudición. Ni Vargas Llosa –a quien ha llenado de atingencias gramaticales observadas en sus novelas– se ha salvado. Y mucho menos la experta lingüista Martha Hildebrandt, a quien le endilgó hace algunos años una sonora llamada de atención sobre el real significado de una nota lexicográfica publicada por ella en El Comercio, “Las papas queman”.
Por ello, comentar un libro de Marco Aurelio es un riesgo. Corro ese riesgo por partida triple pues tengo en mis manos una tríada de libros que llevan su nombre: Miscelánea Humanística, Obscenidad y Pornografía y Poliantea. Tres libros estupendos no solo por la calidad de información proporcionada sino por la pulcritud de su edición –quizás, para ser justos, podríamos decir belleza–.
He “picoteado” los tres por el lado que más me ha interesado: el sexual –tema en lo cual Denegri es una consumada autoridad (han explotado esa vena en él para parodiarlo en algún programa de humor). En ese sentido, “Recuerdos Huatiqueros” es una inmejorable entrada para ingresar a Miscelánea Humanística, el primero de los tres volúmenes antes mencionados.
En esta investigación Denegri lleva al lector de la mano por el jirón Huatica –la calle donde la "Pies dorados" de la novela de Vargas Llosa, La ciudad y los perros, ejercía tan erógeno y lucrativo comercio carnal–, explora sus orígenes, cita testimonios de contertulios recogidos por aquí y por allá de libros que ha leído, y él mismo se vuelve protagonista de una de sus microhistorias al narrar el divertido encuentro con su profesor de Castellano en “la calle de la perdición”, quien, inútilmente, lo instruía en los “inconvenientes y peligros de acostarse con putas”.
En el segundo volumen de los ya citados, Obscenidad y Pornografía, el que destaca de lejos es el que abre el libro: “Cinco inquisiciones obsceno-pornográficas a Marco Aurelio Denegri (Inquisidor: el propio respondiente)” y no por el conocimiento sobre el tema, sino por el ánimo de embestir al ignaro –al mismo estilo de la “Doctora Cachetada”– cuando el autor, para acabar de un solo golpe, y de una vez por todas, con la confusión que cunde cuando se trata de dilucidar el significado de las palabras “obscenidad” y “pornografía”, dice, de sopetón, en la página 31: “La pornografía, y digámoslo pleyebamente, es pura cachería”. Horror de horrores para los moralistas que hundan sus narices en estas páginas.
En el tercero, Poliantea (voz tomada del griego, y que, según el autor, "en sentido figurado quiere decir colección de noticias varias"), al margen de lo altamente erótico de la sobrecubierta (una versión pop del cuadro de Velázquez, “La Venus del Espejo”), la entrada que ha captado nuestra atención es la dedicada al amor. “¿Se puede amar a más de una persona al mismo tiempo?” es una exposición lúcida sobre la relación de pareja y sobre la inutilidad de mantenerla si resulta emocionalmente demasiado costosa. Muy puntual, don Marco Aurelio en esta nota.
Como verán hemos salido más o menos indemnes de tan dura prueba. Sudando un poco hemos llegado hasta aquí, a esta línea de feliz conclusión.

Freddy Molina Casusol
Lima, 9 de junio de 2015

UNA TESIS SOBRE YEROVI

HAY tesis que se convierten en libros como esta de Paulo Piaggi sobre el destacado dramaturgo Leonidas Yerovi, o como la que no muy reciente...