viernes, 17 de septiembre de 2010

LOS QUIPUS DEL TAHUANTINSUYO

EN EL ANTIGUO IMPERIO DE LOS INCAS, para contabilizar los carneros, corderos y la cantidad de maíz que tenían almacenados, los hombres y mujeres hacían uso de un instrumento de cálculo un poco extraño compuesto de unas pedrezuelas, frijoles o granos de maíz. Los españoles que llegaron al Perú en el siglo XVI, quedaban asombrados cómo los indígenas peruanos hacían sus sumas, restas, divisiones y multiplicaciones con este instrumento. Era, pues, indudable que esos guijarros, frijoles o granos, escondían un secreto, un secreto que esas manos de los indios peruanos, con inusual habilidad, ponían en uso para hacer un mejor reparto de los bienes en el Antiguo Piru. Este conocimiento, que se creía irremediablemente perdido, ha sido redescubierto por un estudioso peruano, quien sumergiéndose en el análisis de las crónicas y los quipus que sobrevivieron a su destrucción tras la llegada de los españoles al Perú, ha rescatado. Andrés Chirinos Rivera, un antropólogo de profesión, a través de su trabajo en las comunidades amazónicas, ha venido aplicando utilizando con singular éxito la yupana, el instrumento de cálculo de los antiguos peruanos. Él, en una investigación minuciosa y ejemplar, Quipus del Tahuantinsuyo, ha develado, o dado a conocer, los valores de una fórmula que se acerca en mucho a la que se usó durante el Imperio de los Incas para el empleo de ésta. Según cuenta Chirinos en la introducción de su libro, para obtenerla tomó base el número cinco “ya que sospechaba que el papel del aymara (donde se nota más la importancia del cinco) debió ser primordial”. Chirinos nos enseña, de otro lado, que ese saber andino, visto con desdén por las miradas de corte occidental, contiene aún una sabiduría que pueden ser en estos tiempos modernos de mucha utilidad. La yupana, en un país, donde la carencia de lápices, libros de texto y cuadernos en lugares de difícil acceso, hace difícil la enseñanza de las matemáticas, compensa con creces esas ausencias. Dividido en dos grandes bloques, el primero versando sobre la historia de los quipus arqueológicos; y el segundo sobre el uso pedagógico de la yupana, Quipus del Tahuantinsuyo es un trabajo prolijo y revelador que merece ser difundido ampliamente para que los peruanos de ahora sientan orgullo por lo hecho por nuestros compatriotas del siglo XVI, cuando no se vislumbraba, ni por asomo, la presencia de la internet y mucho menos de la computadora para facilitarnos la existencia.

Freddy Molina Casusol
Lima, 17 de setiembre de 2010

UNA TESIS SOBRE YEROVI

HAY tesis que se convierten en libros como esta de Paulo Piaggi sobre el destacado dramaturgo Leonidas Yerovi, o como la que no muy reciente...