DE LOS CUATRO trabajos aquí publicados sobre Vargas Llosa, el más controvertido es el referido al
Diario de Irak. Lo que ha querido decir su autor, Jorge Valenzuela Garcés, sin mala leche, es que el liberalismo entra con balas. Para los desprevenidos hay que recordar que el
Diario de Irak es un reportaje del escritor peruano en el que luego de censurar la incursión norteamericana en Bagdad, y ya en el campo de batalla, varía de posición para justificarla. Valenzuela presenta ejemplos de cómo el periodista Vargas Llosa, para defender su nuevo punto de vista, emplea las falacias
argumentum ad misericordiam y
non causa pro causa con las que intenta convencer de la corrección de sus posiciones. La lectura de Valenzuela es inteligente, fundamentada. No hay el propósito de malquistar al escritor con sus lectores, como sucede con los que le tienen inquina por razones ideológicas. Valenzuela para construir su crítica se vale de un marco teórico que tiene como eje al Max Weber de
El político y el científico, de quien toma dos conceptos: la “ética de la convicción” y la “ética de la responsabilidad”Bajo ese esquema de trabajo, que denota rigor en el análisis, aborda el discurso vargallosiano del
Diario de Irak y pone en aprietos a quienes desde las veredas del liberalismo siguen las tomas de posición del escritor peruano sobre la política nacional e internacional. Sin embargo, hay que hacer una precisión al autor, las “dinámicas del liberalismo” no tienen nada que ver con “la sincera creencia ideológica en que el destino de los Estados Unidos como el abanderado en llevar la democracia a sangre y fuego en Medio Oriente”, citando a Zizek. Ese rol autoimpuesto de los EE.UU. está aparejado con una visión imperial del mundo. Y una mirada así (como la tuvo el Imperio Romano y el Incaico cuando sometieron a otras naciones) está reñida con el liberalismo que preconiza la coexistencia en medio de las diferencias y la resolución de conflictos dejando a un lado la violencia.
Por último, las otras tres entradas sobre el universo vargallosiano –como la relacionada al escritor en tanto lector de
Cien años soledad–, son bastante interesantes. Pero mejor dejo al lector para que saque sus propias conclusiones acerca de este libro –presentado hace poco en el Instituto Raúl Porras Barrenechea– que, desde ya, forma parte de los estudios que analizan la obra y el pensamiento del premio Nobel peruano.
Freddy Molina Casusol
Lima, 26 de diciembre del 2013
Sobre el asunto de la
responsabilidad del escritor en Vargas Llosa, el crítico José Miguel Oviedo
escribió “Vargas Llosa entre Sartre y Camus”, en http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/2183/8575/1/CC-05art6ocr.pdf.
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